José Pantoja
El estudio de la participación
popular en las revoluciones en América latina ha ganado un lugar importante en
el ámbito académico y ya lejos de la marginalidad en la que historia crítica y
revisionista de las décadas de los sesenta a los ochenta reemprendieron el estudio de lo popular, de los grupos
subalternos y explotados, hoy una multitud
de historiadores dan cuenta de una gran variedad de temáticas sobre “lo
popular” que van desde el estudio de grupos populares en específico (indígenas,
campesinos, artesanos, obreros, pobladores urbanos, etcétera) , de la
estructura y relaciones sociales, de sus formas organizativas, patrones de
comportamiento y formas de resistencia, rebelión y revolución, de las mentalidades
y la cultura popular hasta el actual redescubrimiento de su cultura política.
La puesta en escena histórica de
los grupos populares, “marginales”, de aquellos que han sufrido la explotación
y la injusticia a manos del Estado, sometidos a la persecución o al genocidio, sin
duda ha renovado la historiografía al cuestionar la visión autocomplaciente y
laudatoria de la historia del Estado nación.
La importancia que ha adquirido el
estudio de “lo popular” en nuestro medio puede ejemplificarse, sin olvidar la gran
cantidad de publicaciones que se han acumulado en las tres últimas décadas, con
la aparición del libro de Eric Van Young, La
otra rebelión. La lucha por la
independencia de México, 1810-1821.[1] El libro de Eric Van Young, nos muestra las mejores cualidades en
las investigaciones sobre grupos populares en la revolución de Independencia
(en las que también podríamos incorporar
las de la Revolución mexicana de 1910), como la riqueza documental
empleada, la expurgación de numerosos archivos abandonados (criminal para la
época de independencia o judicial y
militar para períodos contemporáneos) así como ya señalamos la diversidad de
aspectos estudiados.
Sin embargo, La otra rebelión ha
generado una amplia polémica entre los historiadores y en particular aquellos
que se ocupan de la independencia. El debate se ha producido en parte porque
Van Young se propone alcanzar la promesa de los historiadores de la historia
desde “abajo”, haciendo una historia de la Independencia que parte de la acción
de los participantes populares de la guerra insurgente alejándose así del
recuento histórico centrado en caudillos y hazañas insurgentes muy propios de
la historia liberal-historicista del siglo XX; y en parte, contradictoriamente
a su pretensión inicial, por que en La otra rebelión los participantes populares
en la movilización insurgente, indígenas y mestizos (campesinos o de origen
urbano), son presentados como grupos que carecen de por la independencia y su
incorporación a los ejércitos insurgentes resulta más bien azarosa y
contingente: los grupos populares no formulan ideas políticas o un discurso
rebelde en torno a la Independencia.[2]
La otra rebelión y su debate nos
indican que los problemas y dilemas de la historia popular y de grupos
subalternos lejos de ser resueltos aún siguen vigentes: ¿Cómo hacer una
historia desde abajo en la que los grupos populares sean vistos como sujetos de
su propia historia? ¿Cómo hacer historia popular o historia subalterna sin que
se recaiga en una historia marginal, que sea tan sólo un complemento de “La
Gran Historia” y la que podamos sobreponernos a uso del “margen” como método? ¿Cómo
dar voz plena a los silenciados del pasado sin abandonar nuestra propia voz, la
del presente en búsqueda de una sociedad en la que el silencio no sea más la
marca de la injusticia y el sometimiento?
[1] Eric
Van Young, La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,
1810-1821, FCE, México, 2006, 1007 p.
[2] Las conclusiones de Van
Young con respecto a los alcances de la cultura política entre los grupos
subalternos son similares a las expuestas por James C.
Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, ERA, México, 2000.
Para una crítica de Scott: José Pantoja, Forzando
un diálogo entre Scott y Rude, Ponencia, Primeras Jornadas Haciendo
Historia desde la ENAH, 2004.
[3] Walter Benjamín. Tesis
VII, Sobre el concepto de Historia, Terramar ediciones, Argentina, 2007, pagina
68.
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