Las complicaciones que existen en torno a esta cuestión, indudablemente no son un asunto reciente. Muchos estudiosos han propuesto diversas respuestas para este complicado tema, sin embargo, ninguna de ellas ha logrado aprehender al sujeto en su totalidad. Es evidente que los conceptos muy difícilmente podrán ser objetivos, más aun, los propios conceptos cambian a través del tiempo.
Lo que se pretende, no es pues resolver la cuestión de que tanto alcance puede tener un concepto, aunque esto es un tema de suma importancia en las reflexiones sobre el mismo, sino hablar de la potencialidad del sujeto entendido como constructor de su realidad. Éste está inserto dentro de la dinámica histórica y por ello no puede permanecer inmutable, por el contrario, cada época concibe un sujeto al que hace portador de sus esperanzas, por ello éste más que revelar los secretos del pasado es una promesa de la realización del futuro. El sujeto es entonces, constructor de utopías y deconstructor de lo ya dado, es acción consiente y no reproducción mecánica.
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